Bienvenid@s

 Hola, bienvenidos/as a mi blog. Vamos a comenzar esta primera entrada hablando de los niños y niñas ya que nos encontramos en la semana de la infancia. Todos queremos que nuestros hijos/as el día de mañana sean felices, alcancen sus metas, tengan buenas relaciones de pareja y amistades duraderas, entre otras cosas. Para ello intentamos educarlos con valores, dándoles toda una serie de recursos para que cuando llegue su momento sean capaces de volar solos sin necesidad de nosotros.


   Una competencia mental que tenemos que potenciar en ellos y que nos ayuda a conseguir que seamos más felices es la inteligencia emocional. La inteligencia emocional es una capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. 
Según Daniel Goleman, un famoso psicólogo que hizo popular este término, estima que la inteligencia emocional se puede organizar en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones. Este tipo de inteligencia es distinta a la inteligencia académica u otro tipo de inteligencia. Ésta, la emocional, está más relacionada con las relaciones, con entender nuestro mundo emocional y empatizar con el de los demás consiguiendo así unas relaciones más placenteras y fructíferas dando consigo un estado más feliz. 

    Entendiendo todo esto, vemos que es más necesario enseñar a nuestros pequeños como mejorar su inteligencia emocional, no por ello hay que dejar las otras pero sí tener más atención a ésta que suele estar más descuidada por parecer menos relevante. Ahora, ¿como hacemos eso?, es más fácil de lo que creemos. Escuchando a nuestros hijos, aceptando todos sus sentimientos y pensamientos, enseñándoles a manejar todas sus emociones desde la alegría hasta la tristeza pasando por el miedo y la sorpresa, entre otras, ayudándoles a resolver conflictos por sí solos, etc... 

   En definitiva, la inteligencia emocional no es más que aprender a hacernos cargo de nuestras emociones tanto las buenas como las malas, escucharnos y ser amables con nosotros mismos. Que alegría que unos padres inculquen en sus hijos estos valores, que los hagan personas adultas capaces de desenvolverse en la sociedad y siendo empáticos con los demás. 

     Espero que a través de este blog tambien nos vayamos conociendo, detectando nuestras emociones, para mejorar las buenas y aprender a lidiar con las menos buenas. Espero que este sea un lugar para compartir y parar mejorar y así ser más felices.

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