Hacer frente al estrés

  Ahora que terminan estos dias de vacaciones y comienza de nuevo la rutina diaria de cada uno podemos sentir unos sentimientos de desgana o desilusión. Hacer frente al estrés diario no es nada fácil sobre todo hoy día ya que la mayoría estamos embarcados en mil tareas.

  El estrés es la respuesta natural y automática de nuestro cuerpo a las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. En la época que vivimos con tantos cambios es natural sentir que las situaciones nos desbordan. Lo más importante es saber que el estrés es la forma que respondemos a las circusntancias que nos rodean, por ello si aprendemos a controlar nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas lograremos que éste no afecte a nuestro rendimiento laboral, social y personal.
Cabe destacar que existen tratamientos eficaces contra el estrés, así que cuando notemos que es difícil controlarlo nosotros mismos y nos está repercutiendo de forma significativa en nuestra salud mental es necesario acudir a un especialista.

  Para hacer frente a las rutinas diarias quisiera desde aquí compartir una serie de estrategias básicas que nos pueden ayudar bastante en el día a día de cada uno. Estas pautas son de la psicóloga y formadora Rosana Pereira Dávila, directora de Tess-on, empresa dedicada a la formación y asesoramiento en desarrollo personal a través de Internet y que os recomiendo visitar.


  1.Reconocer el pensamiento negativo: Hay personas que tienden a fijarse únicamente en los aspectos negativos, reales o no, de cada situación. Las situaciones estresantes que se mantienen en el tiempo aumentan la tendencia de las personas a focalizarse en los aspectos negativos. Hay que hacer un esfuerzo consciente por analizar si nos estamos concentrando sólo en lo malo.


  2.Y evitarlo… En el momento en que nos descubrimos dando vueltas a una imagen negativa debemos actuar: detener nuestro pensamiento y racionalizar si todo lo que nos hemos dicho es real o fruto de la tendencia a verlo todo negro. Evitaremos pensar en términos de “todo o nada”. El hecho de que en un momento concreto algo no haya salido como esperábamos, no significa que siempre, todo, vaya a salir mal.


  3.La imaginación al poder. Ante una situación que previsiblemente podrá causarnos estrés, debemos anticiparnos mentalmente e imaginarnos saliendo airosos de ella.  


  4.Resaltar lo positivo. La mejor manera de hacerlo es por escrito. Una lista con todo lo bueno y otra con lo malo. Se trata de ayudarnos a reflexionar acerca de los cambios que necesitamos realizar en nuestra vida. En situaciones de estrés, tendremos que hacer un esfuerzo para encontrar los aspectos positivos. La propia situación en la que nos encontramos nos impide ver cosas positivas a nuestro alrededor. Ante el estrés tendemos a generalizar lo malo a todas las áreas de la vida.


  5. Aprender a valorarnos mejor a nosotros mismos. Quienes desde niños se han sentido valorados incondicionalmente por sus padres o por personas próximas, en general, son más optimistas. Nunca es tarde para que actuemos igual con nosotros mismos. Debemos aprender a ser más indulgentes con nuestros propios errores y buscar lo positivo también en nuestra conducta.


  6.El método Coué. Este psicoterapeuta francés desarrolló la estrategia de la autosugestión que consiste en repetirnos diariamente frases positivas acerca de nosotros mismos: “soy una persona valiosa”, “no me rindo ante las dificultades”, “puedo lograrlo”, etc.


Bueno, ya me contaréis cómo van transcurriendo estos días de reanudadas rutinas...


Si te gustó esta entrada, también puede interesarte:

Comentarios

Entradas populares